quarta-feira, 19 de fevereiro de 2014

MERCADO SEXUAL HOMOERÓTICO EN RECIFE Y BUENOS AIRES - PARTE I

* Este trabalho é parte integrante do artigo apresentado no Seminário Psicologia Social, do Programa de Posgrado da Universidad del Salvador - USAL, Buenos Aires/AR, sendo proibida sua reprodução parcial ou total sem a previa autorização do autor.


EL LUGAR DEL MASCULINO EN EL MERCADO SEXUAL.

Reflejar sobre en el mercado del sexo llévanos de inmediato a pensar la prostitución mientras fenómeno social recurrente y "lugar común" del femenino, es decir, las mujeres, las niñas y/o cuando mucho las travestis en actividad sexual comercial. En esto escenario se atribuye a los hombres  solamente el papel del cliente, aquel que consume los servicios sexuales de las prostitutas y travestis, o aún la función de proxenetas, los cambiadores de los servicios de las mismas. Tales entendimientos parecen así contribuir para la invisibilidad de algunas de las prácticas que componen el mercado del sexo, entre las cuales la prostitución masculina, que incluida en uno mercado sexual homoerótico, se organiza con el fin de atender, principalmente, a los intereses y deseos del público homosexual masculino.

Durante al campo de mi investigación de maestría acerca de la prostitución masculina pude constatar el delinear de un mercado sexual homoerótico que se instaló en el centro urbano de la capital pernambucana, que se circunscribe, específicamente, a partir del ejercicio de la prostitución de hombres. Tal mercado, al contrario del sentido común, no se restringe a la informalidad y clandestinidad inherentes a las actividades económicas relacionadas a la prostitución callejera, más específicamente aquella cuya ocurrencia se establece en las calles. Las formalidades sociales, y de cierta forma jurídicas adoptadas por algunos estabelecimientos comerciales, que a pesar de no se encontraren organizados para el ejercicio de la prostitución también sirven a tal propósito, se revelan de forma velada a través de una cuidadosa rutina de los boys de programa que “batallan” en saunas, cines y otros establecimientos reconocidos como espacios de dominio privado de la prostitución.

Tales rutinas se parecen mucho con las actividades profesionales desarrollada en el mercado formal, estableciendo las definiciones de horarios de trabajo; procedimientos y rutinas; tránsitos; circuitos; formas específicas del uso y manejo de las toallas, camisas, pantalones, cuasi siempre bien justas, destacando cuerpos parcialmente desnudos, lo que denota el uso de una especie de uniforme apropiado; relaciones y estatus profesionales bien definidos y respetados; identificación de todo un repertorio corporal, que asociado a una especie de código de ética, sirve a la orientación del ejercicio de la prostitución masculina en el centro urbano (Viana, 2010). Aún en Recife, percibí que la organización del mercado sexual homoerótico no se da a partir de interés personales y solitarios de los trabajadores sexuales, ni tan poco en un vacío institucional; mas ocurre sin articulado a todo un enmarañado que constituí estos circuitos y las redes de significados que se organizan, y que cuando mejor analizado posibilita el revelar de como los profesionales del sexo se sitúan en estos circuitos, bien como cuales jugos de posicionamientos son por elles adoptados.

Como resaltado anteriormente es necesario entender como trabajadores sexuales, todas las personas que desarrollen actividades profesionales remuneradas, formal o informalmente, en estabelecimientos comerciales vinculados al mercado sexual homoerótico, incluyendo los empresarios, comerciantes, ambulantes, empleados formales y autónomos, cambiadores y exploradores, boys de programa, prostitutas, travestis, entre otros. Importante aún, se faz considerar que, específicamente en el mercado del sexo homoerótico, tales actividades profesionales no están restrictas a las prácticas sexuales comerciales.

Muchas de la investigaciones acerca del mercado sexual fueran desarrolladas a partir de los estudios sobre la prostitución, con énfasis en la experiencia del femenino - mujeres e travestis; y/o a partir de los estudios sobre la exploración sexual de niñas y adolescentes (Bacelar, 1975). En su mayoría, buscaran siempre comprender como la prostitución y la exploración sexual tienen se configurado y criado cuerpos en el mercado sexual. Sin embargo, considero que estos debates servirán como la base para, entre otros aspectos, revelar uno mercado sexual que en su magnitud no se resume y ni se restringe a las situaciones de exploración sexual de mujeres. Diferente de lo que se posa imaginar o suponer, el mercado sexual se presenta mientras fenómeno social que va más allá de las  cuestiones del género, etarias, étnicas y clases sociales. Así la inserción de los hombres (niños, adolescentes y adultos del sexo masculino) en este segmento económico tiene se revelado de muchas y variadas formas y posibilidades que denuncian la relevancia y la necesidad de estudios bien más amplios. Al analizar la construcción de las performances del género entre los hombres que se prostituyen en las calles de Recife (Souza Neto, 2009), tuve la oportunidad de acezar el mercado sexual local y, inicialmente, percibir como esto se presenta. El revelar de tal mercado se torna más plural que singular cuando identifica entre las prácticas que lo constituí, una diversidad que en mucho no se restringe a las prácticas sexuales comerciales, sobre todo aquellas con énfasis en la experiencia del femenino. Siendo así, pensar el mercado del sexo a partir de la prostitución de mujeres y/o de la exploración sexual de niñas y adolescentes, lo reduciría a una interpretación unilateral que no da cuenta de su complexidad.

En este ámbito, Adriana Piscitelli y Maria Filomena Gregori (2005) argumentan que el estudio de los diversos aspectos del mercado do sexo, considerado de relevancia social (y de urgente solución por sus eventuales implicaciones con el envolvimiento de los niños y con la privación de la libertad de adultos) debe atraer la atención del debate público y se tornar objeto de una producción diversificada dentro y fuera de la academia. En consonancia, la investigadora mexicana Laura Agustín (2005), afirma que el sexo comercial ha dado lugar a una verdadera industria articulada y a una serie de aparatos institucionales, así como, a una gama de servicios ofrecidos por los bordéis, discos, bares, saunas, líneas telefónicas eróticas, sexo virtual a través de la Internet, casas de masaje, servicios de acompañantes, agencias matrimoniales, hoteles, moteles, cines, revistas porno, películas y videos eróticos, servicios de dominación y sumisión/sado-masoquista, allá de la prostitución, sobre todo, la ejecutada en las calles, que se muestran como algunos de sus elementos constitutivos.

Específicamente en Recife, mi parece que la composición del mercado sexual en mucho no se distancia de los moldes puestos pelas autoras. No obstante, entre semejanzas y diferencias  oriundas de las especificidades de cada localidad, percibo que el mercado sexual local revela contornos distintos y, a poco inusitados. Yo atribuyo  la organización del mercado sexual homoerótico, específicamente en su dinámica y forma institucionalizada en lo centro de la capital pernambucana, como uno de los principales aspectos de la diferenciación y distinción en relación a la aparente masa homogénea que parece componer el universo del mercado del sexo. A pesar de esto se encontrar diseminado en diferentes localidades de la ciudad, parece se presentar de forma más consolidada en el centro comercial del barrio Boa Vista, comprendido entre la Plaza Marechal de Oliveira Lima y sus inmediaciones. Reconocido como el principal territorio de la prostitución masculina en Recife (Souza Neto, 2009), el perímetro tiene se extendido por las calles Oliveira Lima, Riachuelo y, especialmente en sus esquinas con la calle Gervásio Pires, y sus entornos por el calle Corredor del Bispo. Tal perímetro tiene también revelado la consolidación de un comercio formal e informal compuesto por estabelecimientos y servicios destinados al público homosexual, entre los cuales, discos, bares, saunas, cines, sex-shops, hoteles y posadas, entre otros, que tienen servido a la constitución de una especie de red con vistas a la consolidación de espacios “menos hostil” a la socialización de la populación homosexual.

Para percibirse en qué medida la organización de las redes sociales locales marcan la experiencia de los trabajadores sexuales en el ámbito del mercado sexual homoerótico, se faz necesario entender conceptualmente el significado de la red. No como una entidad fija, mas como conjunto de flujos, circulaciones, alianzas y movimientos. Por esto camino podremos entender que tanto los trabajadores sexuales, cuento los clientes, al si insertaren en las redes que integran esto mercado serió automáticamente presentados a una especie de código de ética que define cuales los guías o itinerarios  deben ser seguidos. Así, la adopción de un modus operanti definirá como cada sujeto - trabajadores sexuales y clientes, deberá se portar y proceder en el cotidiano de este mercado (Viana, 2010). Este enmarañado que constituye las redes de significados locales, ordenan y marcan los circuitos, interacciones, flujos y conexiones establecidos. En el ámbito de la investigación científica, yo considero que la pertinencia de tal estudio se fundamenta en la importancia y necesidad de mejor se reflejar y discutir sobre cómo se da la organización de las redes de significados que constituyen el mercado sexual homoerótico en la cultura latino americana, tomando como referencias las ciudades de Recife e Buenos Aires, buscando aún, identificar como y cuales circuitos integrados marcan los flujos, tránsitos e fronteras en el cotidiano de los profesionales del sexo.

Se percebe en las investigaciones académicas sobre el mercado del sexo, cierta insipiencia en el tocante a su análisis  a partir de la comprensión de la organización de redes de significados que lo constituye. En paralelo, se identifican recurrentes estudios sobre la prostitución, con énfasis en la experiencia del femenino - mujeres y travestis; o aún, sobre la exploración sexual de niñas y adolescentes (Bacelar, 1975). Así, en su mayoría, tales investigaciones buscan comprender como la prostitución y la exploración sexual tienen se configurado y criado cuerpo en el mercado del sexo. Sin embargo, considero que tales discusiones servirán como base para, entre otros aspectos, revelar la organización de un mercado sexual específico, que en su magnitud no se resume a tales situaciones y factores. En este contexto despunta el interese relativamente reciente, no en tanto, substancial, de autores que se esforzaran por comprender el mercado del sexo homoerótico, afín de que su organización y dinámica se tornen inteligibles. Entre los  autores brasileiros, se resaltan las investigaciones de Piscitelli (2005) cuya amplitud y substancia en mucho contribuyen para revelar y comprender el mercado del sexo a partir de una extensión analítica que no más encuentra en la prostitución su única posibilidad de evaluación. En ámbito internacional, semejante discusión es defendida por Augustín (2005), que al analizar el mercado del sexo mexicano revela estrecha afinidad teórica y analítica con la autora.

La restricta identificación de los tránsitos y de las fronteras, más manchadas que definidas, que constituyen las redes de significados organizadas en el mercado sexual homoerótico, sobre todo, aquel cuya ocurrencia se da en los centros urbanos de las grandes ciudades aún carece de fortalecimiento. Fato que encuentra fundamento en la escasez de estudios en esta perspectiva (sobre todo, en la región noreste de Brasil), que se esfuerce por comprender tal discusión partiendo del principio de que una red de atores no es reductible a un único autor ni a una red, más al contrario, se muestra  composta por una serie heterogénea de elementos animados e inanimados, conectados y agenciados (Latour, 1992); bien como pela noción de un circuito integrado y de redes de significados presente en la imagen de una red ideológica que sugiere una profusión de espacios e identidades y la permeabilidad de las fronteras en el cuerpo personal y en el cuerpo político de los sujetos que se encuentran a ella sometidos (Haraway, 1991). Tal escenario evidencia la necesidad de si [re]pensar el mercado del sexo homoerótico a partir de otras lentes analíticas. Es bien verdad que algunos autores al presentaren sus  reflexiones a respeto de los espacios de socialización  homoerótico (Viana, 2010; Souza Neto, 2009; Rios, 2005; Braz, 2007), se esforzaran por revelar los matices sobre tal contexto a partir de una perspectiva útil, sin embargo, aún carentes de fortalecimiento substancial cuando el enfoque reside en la organización de las redes sociales.

REFERÊNCIAS
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Bacelar, Jéferson Afonso. 1975. A família da prostituta.  Ed. Ática. Fund. Cultura Est. da Bahia (1982), In: Lagnest. Pesquisa sobre prostituição feminina no Brasil.

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VIANA, Normando José Queiroz. 2010. “É tudo psicológico/dinheiro/pruuu e fica logo duro!” - desejo, excitação e prazer entre boys de programa com práticas homossexuais em Recife. Dissertação (mestrado) Universidade Federal de Pernambuco – UFPE/CFCH. Psicologia.

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